De conejos y ludópatas va la cosa

Llegar a casa de tu tía en Madrid y que te digan “vas a dormir en el salón porque en el cuarto están los conejos” (sí, sí, literalmente), no tiene precio. Y no estamos hablando de una casita con granja en las afueras, estamos hablando de un noveno piso con ático en la avenida de Badajoz…

Y es que resulta que a mi prima mayor, Amaya, le ha dado por apadrinar conejos en estas fechas en los que apetecería más comérselos que cuidarlos, pero bueno, de siempre les han gustado los animales, así que no lo veo mal. Aclarar que en “mi cuarto” solo hay dos, los otros 7 (sí, un total de 9) están en la terraza del ático.

Tengo la suerte de carecer del sentido del olfato (dependientas de perfumerías de España, no es que quiera ligar con vosotras, ¿vale?), así que no puedo valorar si huele mucho a heno (y lo que no es heno) o no, y estando a aire libre la mayoría supongo que se disimulará algo más, pero no me quiero ni imaginar más de uno que conozco que tienen el sentido del olfato híper desarrollado lo que estarían sufriendo jajaja.

Pero no, no son los conejos los ludópatas, más que nada porque más que jugar con las cartas sobre el tapete se los terminarían comiendo, las ludópatas son mi madre, mi tía y mi prima, que si en vez de al continental les hubiese dado por el poker, seguro que estarían en mesas finales del EPT.

Hoy he salido a darle a la sin hueso con mi buena amiga Ismene (aka. “la bruja” y no, las intimidades no las cuento porque ríete tú de lo de WikiLeaks). He salido de casa a las… cinco y cuarto de la tarde más o menos, y las he dejado jugando. He regresado a las diez y veinte y nada, ahí estaban… pero me han aclarado que habían parado para cenar… ¡más vale! Jajajaja

Son las doce y aquí están, dale que te pego, que si tres escaleras y un trío, que si descuéntame ochenta, que si “si no la quiere nadie me la quedo yo”…

De verdad, que porque mi otra prima me ha dicho que no tenían muy buen plan (casi todo cerrado) y tengo un bueeeeen trancazo encima, que creo que creo que si llegase de vuelta como el último botellón a las tantas aquí estarían, dale que te pego. Con que nada, a esperar que se cansen de jugar aquí estoy escribiendo esto porque… cómo no… juegan en el salón…

 ¿Qué? El resumen de los dos temas, conejita con cartas… a ver si pensáis que pongo chicas de buen ver por nada… jajajaja