Hoy me tocaba ser el alcalde de un pueblo ficticio de Navarra (no queremos ofender a nadie jejeje) de tan solo tres habitantes (su señora, un amigo y él) que demanda… bueno, más bien exige que el próximo AVE Pamplona-Madrid tenga parada en el pueblo porque es vital para su amigo ir, de vez en cuando, a visitar a su hijo que vive en Cádiz, concretamente en El Puerto de Santa María, de donde el adivino de la otra vez.
Pero no, justo en el momento de la llamada me lo han cambiado… que del tren se habló en otro programa… cabrones… ¬¬
He terminado siendo un psicólogo argentino boludo especialista en tratar a los abuelos los síntomas y depresiones derivados del constante tener que cuidar de los nietos. Ralph, no te ofendas, pero “la cooooncha de vuestra maaadre para aguantar ese aceeento medio cantaaando y seseaando durante media hooora”, y encima tapándome ligeramente un agujero de la nariz para disimular la voz y hacerla un poco más nasal… jajajajaja
Pero bueno, hemos hecho reír a la gente que de eso se trata ¿no?
Ale, me voy a cenar, que hoy, tras la paliza del último día con el preparador en el gym y esto, me lo he ganado… ¡PIZAAAAA!... mira qué casualidad… con salsa argentina…
Como diría el Klikowsky, “se me armó quilombo”
