Sobre ETA y la paz en Euskalherria

Tenía una entrada preparada para hoy, pero he decidido cambiarla a última hora y poner esta, ya que es algo que, aunque no lo parezca, me atañe directamente, y creo que a cada uno de los españoles que pudieran leer esto.

Quienes no viven la situación a diario, quienes la ven desde fuera y quienes desde dentro tienen una postura interesada pueden no ver las cosas como yo las veo, pero es mi opinión, y me gustaría compartirla con vosotros.

El mundo de la política, sobre todo el euskaldun (por no decir todo el rato vasco navarro me referiré así a él), está revolucionado por el anuncio de la izquierda abertxale de rechazar explícitamente la violencia, incluida la de la banda terrorista ETA. Ahora nadie sabe muy bien cómo tomárselo, pero no hay más que tener un poco de cabeza para ver qué es lo que se debería de hacer, y creo que es lo que terminará pasando, o al menos lo espero. Y puede que ahora alguien piense “mira, va de listo”, pero creo transmitir el pensamiento de mucha gente, al menos, de mucha a la que conozco.

Es evidente que algo está cambiando, que esta puede ser la buena, la definitiva, el momento en el que veamos el fin de la lucha armada de la banda ETA, y creo que todos los que tienen algo que ver en el proceso deberían de darse cuenta de ello y aportar algo positivo, dejando de lado posturas electoralistas sin sentido.

Este proceso hasta ahora no había tenido ni tan siquiera gestos, los cuales, poco a poco se han empezado a producir. Bien, sigamos con los gestos, como en cualquier pelea de pareja, todo el mundo ha de ceder algo sin llegar a ceder la victoria, la cual será de la ciudadanía, quien de verdad se la merece.

Creo (y repito, espero) que esta candidatura sí terminará pasando los estrictos filtros de la justicia española, primero, porque creo que cumple todos los requisitos para ello, y la presencia de determinadas personas en las listas, si no tienen causas abiertas, que si mal no me equivoco no las tienen, no  debería de ser frenar este avance hacia el camino correcto que ellos mismos han decidido tomar. Es como si al abusón del colegio, una vez que decide portarse bien, se le dice “no, eres malo”, no haces más que forzar que vuelva a ser lo que era.

Sé que muchos, casi desde la primera línea de este “artículo de opinión” estarán pensando eso de “no es más que otra falsa triquiñuela para…”. Vale, tal vez lo sea, supongamos que lo sea, si el abusón te pega todos los días y uno decide dejar de pegar, ¿no es mejor probar a ver si es cierto? No… es mejor decirle “no, tranquilo, pégame como siempre”. Si te pega pues vale, te ha vuelto a pegar, pero si no lo hace mira, eso que ganas. Con la izquierda abertxale pasa lo mismo. Si hasta ahora no han rechazado la violencia y ahora lo hacen, adelante, vamos a ver qué más tienes que decir. ¿Qué a la mínima vuelven a apoyar a ETA? Vale, fuera, te he dejado jugar, si no sigues las reglas fuera de nuevo, no se pierde nada.

“¡Sí se pierde! ¡Nos toman por tontos! ¡Se ríen de nosotros!”.  ¿Y qué? Quiero decir… ¿si tan cabrones e hijos de puta son de no saber reconocer una oportunidad ni ellos mismos, ¿qué va a cambiar? ¿Van a ser más malos de lo que hasta ahora han sido? ¿A caso se va a reír alguien más con ellos? Quiero decir, las FARC van a venir también a España en plan “¡eh! ¡eh! ¡que en España puedes condenar la violencia y luego asesinar! ¡qué risas!”. Si es una nueva trampa será una más, pero lo que nunca hay que hacer es cerrar la puerta a la opción de que no lo sea.

Tras la aceptación de las listas, supongo que será el gobierno el que tenga que “mover pieza”, y supongo que la más adecuada sería un acercamiento de presos de Eta al País Vasco. Es algo que, aparte de dar una reivindicación ya no a ETA sino a esta nueva izquierda abertxale, no se cedería en ningún otro aspecto más “vital” y siempre se podría volver atrás volviéndolos a dispersar.

Tras esto, ETA debería de empezar el desarme, dando a conocer de manera voluntaria la localización de los zulos donde escondan el arsenal armamentístico que tengan. Es fácil darse cuenta que cada vez les es más difícil mantenerlos ocultos y que con las informaciones que extraen los cuerpos de seguridad del estado de cada detención y hallazgo de zulos, en pocos sitios se pueden esconder ya, así como les es más difícil adquirir más material, formar a nuevos integrantes y mantener una estructura medianamente sólida, por lo que “dejar de comprar para liquidar stock” sería para ellos algo muy fácil y poco arriesgado.

Tras esto, y sin dejar de mantener la presión policial, lo que debería de simplemente difuminarse sería la llamada “kale borroka” o “lucha callejera”. La buena gente de Euskalherria, independientemente de su ideología política, lo único que quiere es vivir en paz, de una forma u otra, pero en paz. Basta ya de quemar contenedores que al final pagamos entre todos. Basta ya de romper lunas de negocios que pagan (si lo hacen) los seguros (porque si no pagan sí que jodes al pequeño comerciante, los grandes están más que cubiertos), que a su vez y en estos temas seguros son asegurados por el consorcio nacional de seguros que al final volvemos a pagar de nuevo entre todos con nuestros impuestos. Basta ya de hacer el gilipollas, no queremos violencia en las calles.

Con esto la presión policial disminuirá, o debería, y no digo desaparecer, pero si se percibirá de otra forma, menos hostil, para que los flecos disidentes y persistentes (que los habrá, totalmente desautorizados por la cúpula pero que tienen tan lavado el cerebro o que se les acaba el chiringuito) se queden sin los últimos argumentos para su lucha y dejen de reclutar a los miembros más desarraigados y perjudicados con ideas absurdas de “represión ante sus ideas y su ambiente”.

Así pues, y en un estado de mayor confianza, las posibilidades que se abrirían en Euskalherria se multiplicarían de forma increíble, con gente sin miedo, con empresarios esperanzados y con una sociedad, al fin, libre de decidir su propio futuro.

¿Qué pegas veo? Principalmente dos.

La primera es que, por un único miedo a perder votos, el PP ha de poner más trabas que la propia ETA a este proceso, y ha de torpedear a diestro y siniestro, sin ver ni tan siquiera las propias posibilidades que se le plantean, y de verdad que las tienen, porque hay mucho, en serio, mucho voto de derechas reprimido en Euskalherria, reprimido por el miedo, como muchos otros, que si el resto de abanicos se amplía, ellos podrían volverse la fuerza política más votada, teniendo mucho poder.

El segundo obstáculo es más imposible de cambiar, y es el tiempo. Se acercan elecciones y esto se tendría que haber empezado a mascar mucho antes, ya que ahora cualquier movimiento que se haga puede ser interpretado como una mera campaña propagandística y llevar a malos entendidos y errores.

Hay más, muchos más problemas, como la dificultad que tenemos los españoles para olvidar y perdonar (llevamos más de treinta años muchos sin hacerlo) y la facilidad con la que decimos “¿te acuerdas de aquella cuando…? ¡pues ahora te jodes!”, es decir, de vengarnos.

Creo que muchos podrán decir que “pero lo que no tenemos que olvidar son a las víctimas”. Claro que no, no he dicho lo contrario, pero no por tenerlas presentes vamos a tener que seguir así toda la vida, si así lo hiciésemos, aún estaríamos en guerra con los ingleses, y atrás con los árabes, con los celtas, con los de las cuevas de más allá… Y lo que tenemos que entender es que si somos la mayoría y queremos decidir nuestro futuro, una minoría que también lo son las asociaciones de víctimas tampoco deberían de decidir si dejamos que la izquierda abertxale juegue o no, que el dueño de la pelota somos nosotros, todos, y aquí juega el que se atenga a las reglas, no el que diga “si juega el gordo yo me pico y no juego y tú eres tonto”.

En fin, artículo algo enmarañado, que seguramente Gabilondo o cualquier otro periodista de turno podría moldear mejor, pero yo me expreso así, y a quien no le guste, que me compre un lazo.

PAZ - BAKE - PAX - PAU - PEACE - FRED - FRIEDEN - HEIWA - HANTI - UDO - HAU - LAVEN - SALAM - ROJ