Bolos, billar y dardos

La verdad es que en Estella no hay bolera, sí en Pamplona, billar habrá cuatro o cinco mesas y máquina de dardos… no sabría decir si una o dos (aquí en Barcelona ya ni te cuento), pero siempre he creído que son de los mejores entretenimientos que existen en el mundo para pasar una buena tarde.

Recuerdo que cuando jugué mis primeras partidas a los dardos me decían “tú de momento apunta al centro” para ir cogiendo práctica y saber dónde apuntar. Como no he jugado mucho pues la práctica se pierde, pero siempre queda algo…

En el billar hay que saber manejar el palo con soltura, no siempre es darle fuerte, también hay que ser delicado en ocasiones y apuntar bien para no darle a la bola equivocada.

En los bolos hay que tener dos cosas bien claras, primero la postura al lanzar y el efecto que le des a la bola. La fuerza también tiene su importancia, y para ello hay que tener en cuenta el peso de la bola y que tenga unos agujeros en los que te entren los tres dedos sin problemas.

Además, esta clase de juegos se suelen acompañar de cervecitas o, hay quien, cubatas. Vamos, que me gustan los juegos en los que, con un par de copas, hay que meter los dedos, darle al palo y se reducen a saber meterla…

Problema, no hay muchas mujeres a las que les guste esto… que más vlae también...