¡Monólogos y LUCHA LIBRE!

Sí, hay alguien que se ha atrevido a juntarlos… ¿quién? Un intrépido grupo de frikis que vagan por el mundo Barcelona ayudando a personas indefensas haciendo reír a los demás desinteresadamente. Desinteresadamente porque aun igual no tienen mucho caché (de reconocimiento, no de memoria del ordenador... que no siempre hablo de ordenadores), pero tiempo al tiempo que no los veamos en El Club de la Comedia.

El tema es el siguiente. Andrés Palomino, conocido internacionalmente como “Blip” y un grupo de amigotes que no tienen mejor cosa que hacer, se reunieron ayer por la noche en el centro cultural “El Colmado” para representar este nuevo género artístico, y yo tuve el inmenso privilegio de poder asistir. Sólo porque el resto de los frikis con los que me junto entre semana andan pilladísimos y no pueden (uno argumentó que había quedado con una chica… pero bueno, vamos a pasarlo por alto) pero asistí.

Primero cabe destacar que hasta el día de ayer no conocía a nadie de ese entorno, que fui directo del trabajo, y que es normal que, en primera instancia, se me quedaran mirando como pensando “¿quién es ese ser? lleva camisa… ¡y no es negra!”. Evidentemente, no daba el perfil de friki (camiseta de colores, con dibujos o, como mucho, camisa negra), pero creo que entre la barbilla así dejada de unos días y que en cuanto vi a Andrés saqué las primeras cartas personalizadas impresas a tamaño A4 para que me las firmara, quedé fuera de toda sospecha, era uno más de la especie, y la verdad es que me terminé encontrando como si estuviera en un grupo de amigos. Que hablando ahora de especie... juer... otras se reconocen por el olfato...

Bueno, pues que allí que me planté a las 19:00 hora Zulú (que por el barrio podría haber sido hora Paki), 21:00 hora local (gracias por la puntualización jasev jejeje) cuando el espectáculo comenzaría a las 22:00 (aunque al final se demoró un poquito), ya que el propio Blip había insistido en que el aforo era relativamente limitado y que habría que presentarse con antelación. Efectivamente, al final no quedaba una sola silla libre.

Como he comentado, en cuanto lo vi, saqué la hoja con las cartas y automáticamente se le vino mi identidad a la cabeza… "sí… ese cabrón que me ha metido en esto de dibujar cartas de Munchkin, como si no tuviese mejores cosas que hacer…”, pero como en el fondo eso de que te pidan un autógrafo le sube el ego a cualquiera (dicen, a mí no me lo han pedido nunca… bueno sí… una vez uno de UPS me dijo “y me echas aquí un autógrafo”… pero no es lo mismo) accedió a, no solo firmármelo, sino a dibujarme una caricatura que venderé en eBay conservaré enmarcada como oro en paño.

¿Eh? ¿Qué? ¿Que explique de una jodida vez en qué consiste esto de “monólogos y lucha”? Sí, perdón... es que me voy por las ramas con detalles… jejejeje… Muy fácil, "lo Perico Enmascarat” (“perico” de aficionado al R.C.D. Espanyol, no que sea un periquito pájaro… y “enmascarat” de “enmascarado” en catalá), iba a decir “superhéroe donde los haya”, pero “super”… “super”… si es humano no sé si se debe aplicar… en todo caso “diesel-héroe”…  bueno.. pues él hace las funciones de presentador y monologuísta entre las actuaciones de los demás participantes del show y, al acabar las actuaciones de los mismos, y en base a la decisión del numerosísimo público asistente (recuerdo que en el local no se podía sentar nadie más), se decide si puede seguir vivo , salir tullido o morir. Sí, así de simple. Que el espectáculo ha gustado… sigue vivo… que un poco “así, así”… se le corta una pierna o un brazo… que no… no… pues a alimentar a los cocodrilos de las alcantarillas del Raval (dicen que los hay, aunque yo pienso que son simples lagartijas, pero como los urbanitas no han visto un animal vivo que no sea una paloma o un gorrión en su vida pues…). Uno de los asistentes ya sabíamos que iba a decir siempre "me gusta", pero bueno, existía la posibilidad.

No, en serio, el castigo físico es simulado, solo faltaría que tras acabar el espectáculo tuviesen que lijar el suelo para quitar por completo las manchas de sangre, que si es parquet lo absorbe enseguida y si es baldosa, al tener que usar productos fuertes, pierde brillo enseguida… ¡Pero la intención es lo que cuenta! (como con los regalos del amigo invisible).

En fin, que espero que se repita pronto, poder ir con más gente (tendremos que reservar entradas con día de antelación, insisto, no había asientos libres... eso es muy de destacar...), que para entonces llevaré las cartas ya en tamaño jugable para que también sean garabateadas por el gran maestro (aunque ha reconocido que desde que tiene la tableta gráfica… que humilde és…) y volver a disfrutar y a reírme como hacía tiempo que no lo hago. De verdad, si tenéis oportunidad, que seguro la habrá, si no en este sitio en cualquier otro (¿sabe alguien si el Palau Sant Jordi es así muy caro de alquilar por una hora?), no lo penséis dos veces, ni una.


El cartel anunciador :)