Los lunes voy una hora antes que el resto de la semana porque el compañero que entra a las nueve, con estas de que le pilla de camino desde casa, se pasa por una subsidiaria a ver si tienen problemas (no hay día que venga en media hora).
El caso es que en teoría me debería de ir a las 18:00 (9:00 + 8 h de “trabajar” + 1 h para comer = 18:00), pero he salido casi a las 21:00. ¿Por qué? Muy fácil, el compañero que debería de hacer de 11:00 a 20:00 (la misma suma) está de vacaciones, pese a que yo pensaba que venía hoy. Lo grave no es que yo lo pensase, lo malo es que mi jefe, a las 12:00 ha preguntado “¿y el Manuking?”. A ver… que se supone que eres nuestro jefe, tú apruebas los horarios y los calendarios… ¿y no sabías que no viene hasta el miércoles? ¿No sabes decirme el viernes “el lunes ven a las 11”? En fin, recto de once horas por la patilla, bueno no, que nos las pagan ¡vamos! Con esto igual tengo tabaco para una semana…
Lo que más me jode del asunto es que le he dicho que mañana, evidentemente por el gym, no puedo quedarme a la tarde más que hasta las siete (a y media empieza mi sesión con el preparador físico que ya tengo pagado)… ¡y se me pone a resoplar! ¿Perdona? Los demás también tenemos vida ¿sabes?
Bueno, más vale que un compañero, el gran Fernandisco, puede hacerme el cambio, él entrará a las once y yo a las nueve.
En fin, que para una de las pocas cosas que tiene que hacer mi jefe y no la hace bien… :P ¡Así nos va!
Y alguien ahora mismo pensará “¡como se entere tu jefe!”… pues que se entere, total, ¡es la verdad! Lo que además igual también se entera su jefe… a ver si a él también le parece extraño que despotrique…
En fin, más vale que nos dejan salir a fuma...
