Lo que de verdad importa de un coche

Acabo de ver esta tira de Ender Wiggins (bueno, tira porque es más que una viñeta, que se nota que estamos en verano y no le da por trabajar mucho al hombre... jajajaja :P) y no he podido evitar acordarme de mi primo (¡hola David!)


Seguro que ahora os estaréis preguntando "y esto ahora... ¿a que viene?"... pues es más sencillo de lo que parece.


Se ha extendido la falsa creencia popular de que los informáticos solamente hablamos de informática, los hombres tenemos que entender sí o sí de coches y las mujeres siempre fijarse en lo que cuestan las cosas... y eso es totalmente falso, yo soy un informático y ni papa de coches, pero te puedo hablar, a parte de informática, de... de... jajajaja, no en serio, puedo (y sé) hablar de muchas otras cosas (otra cosa es que me dé la gana hacerlo o no).


Pero el caso es que mi primo es una especie de híbrido entre dos mundos... un "geek" y un "cani" (no por la estética ni nada parecido), porque no solo se preocupará de ponerle a un coche los "juguetitos tecnológicos correspondientes" como haría cualquier "geek", sino es que además te sabe un huevo de coches, más que los que los fabrican yo creo. ¿Que no? El tío se ha pillado un FIAT Ritmo del año de la polca, lo ha desmontado, arreglado y vuelto a montar... ¡y ha pasado la ITV! Dile tu a uno de Ferrari que se ponga dile... jajajaja


¡Eh! Con banda sonora y todo que tenía el FIAT jajaja