Separación de bienes

Sigo empaquetando cosas para el traslado… pero he reconocer que mi ya ex-compañero de piso me ha ahorrado trabajo, aunque a la vez me ha hecho un hijo de madera el muy…

El domingo pasado llegué destrozado de mi periplo por Pamplona, por lo que me limité a calentarme una pizza en el micro y a dormir tras la prórroga de la final, así que fue el lunes por la noche (como en el trabajo) cuando me di cuenta de estas cosas… a lo que ha llegado el tío en su mudanza.

Al llegar fui a tender la ropa de la colada que había puesto antes de salir a trabajar y, cuál fue mi sorpresa al ver que había 15 pinzas contadas… ¡se había llevado más de la mitad de las pinzas! Ale, sal a todo correr al chino de la esquina a por pinzas, más vale que lo pillé abierto.

Pero la gran sorpresa fue al ir a prepararme la cena. De tres sartenes y cuatro cazos me encuentro solo el cazo malo, ese que tiene una fuga en el  tornillo del asa. En cuanto a los platos… faltan los buenos, ni siquiera me ha dejado uno para las pizzas. Se he llevado el escurridor de los platos, los utensilios de cocina (espumadera, batidor, etc.), casi todos los cubiertos (ha dejado los más cutres)… vamos, que un poco más y se lleva hasta la encimera de mármol jajajaja

Pero bueno, no hay nada que con cuatro euros (no me suena igual que “cuatro duros”) no se solucione en el chino jajajaja

Y de paso me pillo algo para el afeitado